Al final no todo fue tan feliz en Fairytopia, aquel bello lugar detrás del arcoíris donde Elina recibió sus alas después de ayudar a frustrarle los planes a Laverna, la malvada hada Laverna.
Esta nueva historia inicia poco después de que Elina, ha disfrutado de sus nuevas alas volando por todo Fairytopia, todo parece ir bien con sus amigas hadas quien la quieren y la respetan después de todo lo que ha hecho por ellas; sin embargo no pasa mucho tiempo para que Elina se entere por una joven mariposa del mar, que su amigo Nalu, el príncipe tritón, ha sido secuestrado por varios hongos de la temible Laverna.
La malvada hada que había sido derrotada por Elina y posteriormente enviada a destierro, no se da fácilmente por vencida y se pone en la búsqueda de La Baya de la Inmunidad ¿qué es eso? Ahh pues es una planta que sirve para que, al ser comida, brinde inmunidad y ninguna magia podrá apoderarse de quien haya comido de ella.
Barbie Fairytopia Mermaidia (2006)
Creyendo que esa planta serviría para sus planes, Laverna manda secuestrar a Nalu, quién es el único que sabe dónde encontrar la Baya de la Inmunidad.
Hongo Maximus, el líder de los hongos al servicio de Laverna, amenaza al príncipe Nalu con vaciar una botella de veneno mágico en el océano para destruir Mermaidia si no los lleva hasta la baya.
Ante tal amenaza y presión, Nalu los guía y se sumergen bajo el agua, en las profundidades del océano donde lo mantienen prisionero. . Mientras tanto, Nalu ha retrasado a los hongos en su búsqueda porque los llevó a un lugar en el océano llamado el carrusel de la confusión, donde la gente se olvida lo que estaba haciendo. Esto le permite dirigirlos en círculos por un largo tiempo hasta que Maximus finalmente se dé cuenta y le ordena a Nalu que los saque de allí.
Elina va en su búsqueda; como siempre, arriesgando la vida por su amigo, en su camino se encuentra con una sirena, su nombre es Nori, ella quiere ayudar a Elina a rescatar a Nalu y ambas se dirigen hasta el oráculo delfín, para que pueda preguntarle dónde encontrar al príncipe.
Las únicas personas que conocen la ubicación del Delfín son los merfairies y Elina logra comunicarse con ellos, al conocer la ubicación del oráculo delfín, las amigas van en su búsqueda sin perder tiempo.
Delfín les dice que tendrán que viajar hasta el fondo de las profundidades de la desesperación para encontrar el espejo de la niebla, que las llevará hasta Nalu y les da una noticia que desconcierta a las amigas: Elina tendrá que cambiar sus alas por una cola para poder nadar lo suficientemente fuerte como para llegar al espejo. Elina acepta y le dan un collar de perlas que le permitirá hacer el cambio, pero solo tiene un tiempo determinado para poder salir o de lo contrario, será una sirena por siempre.
TRAILER DE LA PELÍCULA
Una vez que Elina se ha transformado en sirena, encuentra una burbuja mágica lleva a las amigas a la entrada de una cueva llena de chimeneas termales hirviendo. Es ahí, cuando ven al príncipe Nalu custodiado por dos hongos malvados. Pero con la astucia e inteligencia de las sirenas, es rescatado.
Todo esfuerzo parece haber sido en vano cuando Nalu les dice que el líder de los hongos ha llegado a la cueva donde la baya de la inmunidad crece.
Las hadas ¡no se dan por vencidas y luchan por quitar la baya de las manos del hongo! Finalmente lo logran y vencen a los malvados, sin embargo Elina quien no salió a tiempo del agua, ahora se encuentra atrapada por siempre en el cuerpo de una sirena.
Tomando el consejo de Nori, Elina decide arriesgarse a comer una de las bayas para probar si así puede tener su alas de vuelta. Ella tiene éxito, ganando alas aún más espectaculares que la que había tenido antes. Nori y Nalu revelan su amor el uno al otro y Elina vuelve a Fairytopia.
Finalmente Laverna da un bocado de lo que ella cree que es la baya de la inmunidad y se encuentra convertida en un sapo y jura vengarse de Elina.
Al final, Elina regresa a la Pradera y es felicitada por Azura y por todos, por su valentía que siempre demuestra al vencer quien quiera destruir la vida de sus amigos.
